La educación es la inflamación de una llama, no el relleno de un recipiente (SÓCRATES, siglo V a.c.)

miércoles, 28 de mayo de 2014

miércoles, 14 de mayo de 2014

Sobre bulos y mentiras


A todos mis alumnos y otros visitantes.

En esta entrada quiero hacer una reflexión, que invito a leer a todo el que haya entrado en este blog educativo por una razón u otra.

Esta reflexión viene a cuento por una historia falsa que ha circulado entre los alumnos de nuestro centro y a la que la mayoría han dado tal crédito que se ha tomado como cierta.
La historia en sobre una presunta discusión (incluso algo más) entre dos profesores. Uno de ellos era yo (completamente increíble para los que me conocen un poco, verdad?) y el otro... pues se han nombrado a muchos otros.

Está claro que por ser como soy, por respeto, por las características de mi trabajo... etc., jamás haría algo así y desde luego, si alguna vez llegase a hacerlo (lo dudo, pues si no he tenido una disputa violenta con nadie en mi más de medio siglo de vida, no creo que vaya a empezar ahora) no sería en mi instituto y a la vista de mis alumnos, a los que respeto demasiado como para eso (como bien sabéis todos mis alumnos).

Bien, pues esta falsa historia, inventada no sé muy bien por quién, ha sido oída por gente de fuera del centro... y totalmente deformada, como suele ocurrir.

Por favor, pensad por un momento en el daño que le puede hacer a alguien que se difundan mentiras sobre su persona y también sobre cómo hemos de tomarnos las noticias morbosas que nos llegan por otras personas, a través de las redes sociales, etc.
No se puede creer a rajatabla cualquier cosa que me digan, especialmente si es algo dañino, triste o desagradable, hay que contrastar la información, asegurarse y dar en principio a las personas, y especialmente a los profesores, un voto de confianza, antes de creer infundios absurdos.

Por último, a todos aquellos que habéis asegurado ante otros alumnos e incluso profesores haber visto  algo que no habéis visto (desde luego no a mi) ... sólo os digo una cosa: imaginad que alguien afirma haberos visto cometiendo algún delito o haciendo alguna barbaridad, siendo mentira. ¿Qué pensaríais?, ¿qué diríais?, ¿cómo os sentaría?... pues así me siento yo.

(Se admiten comentarios)